lunes, 17 de junio de 2013

Chivacoa, Yaracuy

La capital del municipio Bruzual es una encrucijada, creo que no existe palabra que mejor denomine a Chivacoa porque, de acuerdo a lo que pude apreciar, en ella converge lo fantástico con lo real, lo clásico con lo moderno, lo religioso con lo mundano, todo ello en una perfecta comunión y respeto.
Otro de los detalles que me percaté es que las grandes ciudades del estado Yaracuy se encuentran divididas por las principales autopistas del país, eso sin llegar aún a San Felipe, la cual desconozco.
Lo primero que pude ver al llegar a Chivacoa fue la estatua de María Lionza sobre la danta, personaje de la mitología a quien se le rinde culto en la cercana montaña de Sorte. 
Chivacoa es, como dije anteriormente, una ciudad muy activa donde el comercio de los productos agrícolas de entidades cercanas es el principal motor de su economía. Existen varias entidades bancarias y si nos ponemos a ver, su estratégica ubicación la posiciona en el cruce de varias aldeas productivas y los principales mercados del país a través de la carretera Panamericana.
Antiguamente esta ciudad estuvo interconectada con los mercados del Caribe gracias al Ferrocarril de Puerto Cabello, el cual tenía una de las estaciones en la localidad. Esta estación aún se conserva y, de hecho, parte de los vagones y las líneas férreas también existen todavía.
Despúes que salí del estado Lara, tenía tiempo de no ver espacios dedicados a las artes. Aquí existe una Casa de la Cultura. También llama la atención, más que todo por el valor arquitectónico, el hospital Dr. Tiburcio Garrido, el cual es bastante grande, destaco que también es motivo de orgullo de los yaracuyanos ya que es el mejor dotado y operativo del Centro del país.
Otro ambiente es el que se vive en la plaza Bolívar y sus alrededores. Fácilmente te das cuenta que el crecimiento de la ciudad dependió de la ubicación de esta plaza. A modo de contorno existe la prefectura del municipio, también se encuentra la comandancia de la policía municipal y la iglesia de San José, todo un espectáculo que vale la pena conocer.
Esta plaza es una de las más espaciosas y mejor distribuidas de las que he podido conocer. Tiene muchísimo tráfico de personas por la gran cantidad de comercios que la circundan. Como detalle peculiar, aquí no aparece nuestro Libertador Simón Bolívar vestido de traje militar ni a caballo, la estatua del padre de la patria está de civil y en una suerte de pedestal cónico.
Luego de conocer lo más importante de la ciudad decidí viajar a Sorte, el principal centro de la santería en el país. Cual no sería mi sorpresa al percatarme de la existencia de una laguna que ofrece todo un santuario a la fauna y flora local, se trata del embalse de Cumaripa, totalmente desconocido para mi, incluso nunca leí sobre él en ningún libro o revista.
Ya camino a Sorte me consigo con otra de las caras de Chivacoa, una selva completa donde lo único que indica civilización es la carretera y los altares en honor a María Lionza y muchas otras divinidades de la santería venezolana. Aquí llegué yo por curiosidad en una parada que para mi, era impostergable. Siempre quise conocer el por qué era tan famosa la localidad y bueno, ya lo supe.
Aquí les dejo las fotos de un sábado inolvidable en la geografía yaracuyana.

 Estatua de María Lionza en la autopista a Chivacoa
 Entrada a Chivacoa





























 

sábado, 15 de junio de 2013

Sabana de Parra, Yaracuy

Ayer estuve en Sabana de Parra, a escasos quince minutos de Yaritagua siguiendo por la Autopista Centro Occidental Rafael Caldera.
Su curioso nombre se debe a una hacienda que había en la localidad, la cual era propiedad del señor Octavio Parra, se dice que en estos predios se encerraba ganado y a su vez se repartía por distintas localidades del país.
Sabana de Parra está dividida en dos sectores a lo largo de la autopista, llama la atención que solo existe un paso peatonal para esta vía rápida y que son muchas las personas que han perdido la vida por la falta de alguna pasarela.
Llama mucho la atención la iglesia de Nuestra Señora del Rosario y la pequeña plaza Bolívar. La iglesia es bastante sencilla pero muy acogedora en su interior, externamente resalta su campanario y me trae el recuerdo de las iglesias andinas. La plaza Bolívar es de reciente data y motivo de orgullo de los sabanaparrenses.
Los habitantes de esta localidad son muy cordiales, una característica más que me hizo recordar a mis coterráneos andinos, y aunque carece de mayores atractivos, podría decirse que es un lugar de descanso ideal. 
Salvo en la autopista, el tráfico en el interior del pueblo es más bien escaso. Los centros comerciales no existen aquí y quedan relegados a Yaritagua y Chivacoa.
Destaco que realmente uno es ignorante en cuanto a las riquezas del país. Me siento orgulloso de ser venezolano porque, cuando conoces de cerca cada rincón del país, más allá de aprender a quererlo, uno aprende a valorarlo. Reconozco que era muy poco lo que conocía sobre el estado Yaracuy y me doy cuenta que este estado se ha visto perjudicado por clichés, por así decirlo.
Referencias de Sabana de Parra en los libros de historia son pocas; más cuando se investiga la vida de José Antonio Páez nos encontramos con que esta localidad alberga un historia trágica que marcaría la vida de nuestro prócer independentista. En la actualidad esto es un parque, a mi me pareció bastante lóbrego. A continuación, las respectivas fotos de la localidad.

 A la salida de Yaritagua, a las 6 de la mañana, y el calor ya se sentía. Al fondo, María Lionza
 Iglesia Nuestra Señora del Rosario
 Interior de la iglesia
 Plaza Bolívar de la localidad
 Plaza de José Gregorio Hernández, solo en Isnotú y aquí vi una plaza en honor al Venerable
 Redoma Sabanera
 Parque Mayurupí, lugar donde José Antonio Päez asesinó a un bandolero que intentaba asaltarlo, motivo este por el que nuestro prócer independentista se escondería en los llanos venezolanos

Yaritagua, Yaracuy

Teniendo buenas noticias por parte de mi familia me enruté el día jueves, bien temprano en la mañana, a la Ciudad Dulce de Venezuela, Yaritagua.
Ubicada a pocos kilómetros de Urachiche salí momentáneamente de un panorama rural a una ciudad grande, con excelentes vías de comunicación y eficientes servicios públicos, de la que no tenía mayor conocimiento. Solo había escuchado de su existencia cuando estuve en Barquisimeto, pero imaginé que era algo más pequeño.
Yaritagua tiene un clima muy fresco de la que se puede apreciar en su totalidad desde el Cerro El Capuchino, en el cual existe un mirador. Económicamente se sustenta de la industria agrícola siendo el principal rubro la caña de azúcar haciéndo de ella que se conozca como la ciudad más dulce del país.
La plaza Bolívar se construyó frente a la iglesia de Santa Lucía, es una de las más hermosas plazas de Venezuela por la frondosidad de sus árboles, el ornato y el aseo. Con la iglesia de fondo nos encontramos con una urbe muy organizada que debería ser más conocida por los turistas venezolanos.
Yaritagua tiene también un casco histórico muy bien conservado donde los actuales habitantes de las casas coloniales se han encargado, junto a las autoridades municipales y regionales, de mantener en perfecto estado. También se encuentra cerca de la plaza y del casco histórico la alcaldía local. Sin duda, es un lugar que siempre recordaré como ejemplo a seguir.
Aquí les dejo algunas tomas de la ciudad.

 Subiendo al cerro El Capuchino
 Vista de Yaritagua desde el Capuchino
 Entrada a Yaritagua
 Plaza Bolívar e iglesia de Santa Lucía
 Interior de la iglesia de Santa Lucía
 Plaza Bolívar de Yaritagua
 Otra más de la plaza Bolívar
 Alcaldía de Yaritagua
 Casco histórico de Yaritagua
  Casco histórico de Yaritagua
  Casco histórico de Yaritagua

 Hotel Imperial de Yaritagua, una joya arquitectónica en pleno centro de la ciudad
  Estatua de la Inmaculada Concepción
 Ocaso yaracuyano yendo hacia la Sabana de Parra